Con el título: "Silencio y Palabra: camino de evangelización", el Papa Benedicto XVI ha lanzado hoy el mensaje para la 46º Jornada de las Comunicaciones Sociales. ¡Curioso tema! ¿Qué puede decir el silencio a los comunicadores, cuyo principal camino para comunicarse es justamente la voz, la palabra, el ruido?
No seré yo quien les responda. Les invito a leer todo el texto, que no tiene desperdicio. Por mi parte, les comparto, a modo de aperitivo, las 12 frases que más me han impresionado y que ya indican la profundidad del mensaje de este gran Papa que, en silencio y de palabra, nos abre su corazón.
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1. Cuando palabra y silencio se excluyen mutuamente, la comunicación se deteriora, ya sea porque provoca un cierto aturdimiento o porque, por el contrario, crea un clima de frialdad; sin embargo, cuando se integran recíprocamente, la comunicación adquiere valor y significado.
2. El silencio es parte integrante de la comunicación y sin él no existen palabras con densidad de contenido.
3. En el silencio escuchamos y nos conocemos mejor a nosotros mismos; nace y se profundiza el pensamiento, comprendemos con mayor claridad lo que queremos decir o lo que esperamos del otro; elegimos cómo expresarnos.
4. Callando se permite hablar a la persona que tenemos delante, expresarse a sí misma; y a nosotros no permanecer aferrados sólo a nuestras palabras o ideas, sin una oportuna ponderación.
5. En el silencio, por ejemplo, se acogen los momentos más auténticos de la comunicación entre los que se aman: la gestualidad, la expresión del rostro, el cuerpo como signos que manifiestan la persona. En el silencio hablan la alegría, las preocupaciones, el sufrimiento, que precisamente en él encuentran una forma de expresión particularmente intensa.
6. Allí donde los mensajes y la información son abundantes, el silencio se hace esencial para discernir lo que es importante de lo que es inútil y superficial.
7. El silencio es precioso para favorecer el necesario discernimiento entre los numerosos estímulos y respuestas que recibimos, para reconocer e identificar asimismo las preguntas verdaderamente importantes.
10. Si Dios habla al hombre también en el silencio, el hombre igualmente descubre en el silencio la posibilidad de hablar con Dios y de Dios.
11. La contemplación silenciosa nos sumerge en la fuente del Amor, que nos conduce hacia nuestro prójimo, para sentir su dolor y ofrecer la luz de Cristo, su Mensaje de vida, su don de amor total que salva.
12. Aprender a comunicar quiere decir aprender a escuchar, a contemplar, además de hablar.
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