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Nella
(Courtesy of Kelle Hampton) |
No podía creerlo cuando lo escuchó. Es más, incluso pensó que su vida se habría terminado definitivamente en el momento en que su hijo naciese, allá por enero. Éstos eran los sentimientos que Kelle Hampton, una joven madre de Florida casada con Brett en el 2007, experimentó cuando el médico le dio una de las noticias más fuertes de toda su vida: su hija Nella Cordelia tenía Síndrome de Down.
Pero retrocedamos en el tiempo y veamos cuál fue el camino que Kelle recorrió. Así lo relata ella misma: «Al principio, me sentía lista para dejar de lado mi oasis de confort y atravesar la dificultad, porque sólo así podemos cambiar el guión de nuestra vida y transformarla de aburrida a una de Óscar».
Pero no bastaba con "decidir tomar el toro por los cuernos" y lanzarse. No. «Debo ser honesta: hasta ese momento lo más difícil en mi vida sólo había sido tener a mi marido Brett lejos de casa por trabajo [...] Después esperar un segundo hijo. Perder uno; y quedarse de nuevo embarazada. Parecía tan real y, al mismo tiempo, un sueño. Preparar y tener todo en orden... perfectamente: la música para el momento del parto, las mantas hechas a mano y dobladas, todo lo necesario para el regreso a casa, el blusón que había comprado para la ocasión [...] Todo iba exactamente como pensaba e incluso mejor».