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martes, 29 de noviembre de 2011

Aquella niña que yo no quería... nacerá

Comparto el testimonio de Isabel, de 19 años, una estudiante de Enfermería, que se quedó embarazada tras una relación con un coetaneo que la ha dejado, diciéndole que no quería ser padre. Isabel, valientemente, ha decidido contar su historia a la página "La Bussola Quotidiana" (que amablemente me ha permitido compartirlo).

No es una fábula con un bonito final feliz, sino la conmovedora experiencia de una joven como tantas que, de repente, es lanzada fuera de su cómoda naturalidad. Una historia no carente de dudas, incertezas y miedos. Y justamente por esto, se nos presenta extraordinariamente auténtica.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Sufrimientos que no deberían existir

Hay sufrimientos que no deberían existir. Sufrimientos que nos doblegan por su injusticia y crudeza. Desoladores, terribles. Es tal su dureza, que llegan incluso a romper nuestra confianza y nuestro amor a Dios, de lo fuerte que golpean los cimientos de nuestra vida. Y aquí no se escapa nadie: hombres y mujeres, seglares y sacerdotes, niños y adultos. Todos, de una manera o de otra, sufrimos. 

jueves, 24 de noviembre de 2011

Treinta años cuidando a su hija en estado vegetal

El 10 de noviembre pasado, el presidente de la República italiana, Giorgio Napolitano, lo nombró Caballero de la República, un honor que pocos obtienen. Su hija Cristina, por su parte, recibió la ciudadanía honoraria de Boloña por un voto unánime del Consejo Comunal de la ciudad. ¿Y cuál es el mérito? Amar mucho. Sí: porque Romano Magrini ha dedicado los últimos treinta años de su vida a cuidar a su hija Cristina, postrada en estado vegetal.

Todo empezó el 18 de noviembre de 1981. Cristina tenía apenas quince años y un automóvil la embistió de frente mientras regresaba a casa después de un día de colegio. Ahí comenzó el calvario para Romano. Al principio le ayudó su mujer, pero hace nueve años que, en palabras de Romano, «se fue al cielo». Desde entonces, la cuida solo. Pero no se queja: «estoy contento. No me cuesta nada cuidar a mi hija». Palabras que van acompañadas de la pasión con que la atiende cada día. 

domingo, 13 de noviembre de 2011

Mi hija Down me ha enseñado la redención en la imperfección

Nella
(Courtesy of Kelle Hampton)
No podía creerlo cuando lo escuchó. Es más, incluso pensó que su vida se habría terminado definitivamente en el momento en que su hijo naciese, allá por enero. Éstos eran los sentimientos que Kelle Hampton, una joven madre de Florida casada con Brett en el 2007, experimentó cuando el médico le dio una de las noticias más fuertes de toda su vida: su hija Nella Cordelia tenía Síndrome de Down.

Pero retrocedamos en el tiempo y veamos cuál fue el camino que Kelle recorrió. Así lo relata ella misma: «Al principio, me sentía lista para dejar de lado mi oasis de confort y atravesar la dificultad, porque sólo así podemos cambiar el guión de nuestra vida y transformarla de aburrida a una de Óscar».

Pero no bastaba con "decidir tomar el toro por los cuernos" y lanzarse. No. «Debo ser honesta: hasta ese momento lo más difícil en mi vida sólo había sido tener a mi marido Brett lejos de casa por trabajo [...] Después esperar un segundo hijo. Perder uno; y quedarse de nuevo embarazada. Parecía tan real y, al mismo tiempo, un sueño. Preparar y tener todo en orden... perfectamente: la música para el momento del parto, las mantas hechas a mano y dobladas, todo lo necesario para el regreso a casa, el blusón que había comprado para la ocasión [...] Todo iba exactamente como pensaba e incluso mejor».

martes, 8 de noviembre de 2011

Estoy enamorado de quien quiero que tú te enamores

Estoy enamorado de la persona más extraordinaria de este mundo. Y cómo no iba a estarlo, pues desde el primer momento no ha dejado tranquilos mi mente y mi corazón. Me ha hecho adicto suyo; ya no puedo vivir sin su presencia. Sólo mencionar su nombre hace saltar un resorte interior capaz de lanzarme a empresas inimaginables. Le encuentro en todo lo que veo y siento. Cualquier dificultad se me hace pequeña comparada con lo que me da. Es mi fuerza, mi sostén, mi aliento, mi todo.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Manual de Hilaire Belloc para políticos

Dicen que la historia es maestra de vida. O debería serlo. Por eso siempre me ha gustado leer la vida de grandes personajes de nuestro tiempo: para aprender de lo que sus existencias nos han dejado y poder usarlos como faros en medio de un mundo que se obstina en perderse en el camino. De entre los diversos volúmenes que han caído a mis manos últimamente, ninguno me ha golpeado tanto como el de Escritores Conversos, de Joseph Pierce. Sus páginas van desgranando personalidades de la Inglaterra de inicios del siglo XX que descubrieron a Dios en algún momento de su vida. Figuras como Oscar Wilde, G. K. Chesterton, Ronald Knox, C. S. Lewis o Dorothy Sayers golpean la conciencia de quienes vamos descubriéndolos y nos fascinan con la provocadora fuerza con que Dios entra en sus vidas.  

jueves, 3 de noviembre de 2011

P. Miguel Cavallé, LC: un catalán entre Italia y la India

Una mirada penetrante de ojos claros. Un hablar cerrado, que arrastra las eses con esa cadencia del español de Cataluña que te conquista. Un cuerpo que empieza a delatar los kilómetros recorridos en su labor. Pero, sobre todo, una pasión por transmitir y predicar a como dé lugar. Estoy delante del P. Miguel Cavallé Puig, de la congregación de los Legionarios de Cristo. Nacido en Barcelona (España), se ordenó sacerdote en el año 2000. Desde entonces, el P. Miguel lleva todo su ministerio trabajando en el sur de Italia, en donde divide su tiempo en la atención a grupos de jóvenes y adultos con la presidencia de la Fundación Villagio dei Ragazzi, dedicada a la educación de niños con escasos recursos de la zona de la Campania.

Inquieto por naturaleza, el P. Miguel quiso ofrecer a sus jóvenes la oportunidad de salir del ambiente a veces fácil y cómodo de nuestro Occidente para que descubriesen en primera persona lo bello que es entregarse a los demás. Para ello, se trasladó a uno de los lugares más inquietantes e hipnóticos de nuestro planeta: Calcuta. En concreto, a colaborar en la hermosa y dura labor que llevan a cabo las hermanas y hermanos misioneros de la Caridad de la Madre Teresa de Calcuta. El resultado fue excepcional en todos los sentidos.