«Creo que he cometido un error intentando ser demasiado amigo de mi hija en lugar de ser mejor padre». Declaraciones que a más de uno le ha causado incertidumbre. Su autor, el cantante de música country Billy Ray Cirus, lo ha dicho públicamente tras ver el último episodio del desenfreno de su hija, la cantante Miley Cirus: un vídeo en Youtube en donde aparece fumando salvia, una droga psicotrópica.
Miley Cirus no quiere ser domada
¿Cómo inició este drama? Muchos recuerdan a la Miley Cirus de Hannah Montana, que prometió llegar virgen al matrimonio y que alababa el cristianismo como su inspiración de vida. ¿Qué pasó? Según relata el semanario Alba (nº 316, 11-17 de marzo), a lo largo del año 2007, «a la protagonista de Hannah Montana le obsesionaba deshacerse de esa etiqueta» y decidió llevar a cabo diversas actuaciones. Aunque sus fotos más escabrosas salieron a la luz por traiciones de amigos, las publicadas en la revista Vanity Fair en el 2008 fueron muy comentadas y debatidas en los medios (sin preocuparse de que era una menor de edad). Además, durante ese año y los dos siguientes corrió literalmente un maratón de actividades: la grabación de las tercera y cuarta temporadas anuales de Hannah Montana, la película The Last Song, la tres bandas sonoras de su programa de Disney (con algunas giras correspondientes), el EP The Time of our lives (dando 60 conciertos en cuatro meses) y la grabación de su tercer disco Can’t be tamed.
En medio de este torbellino, Miley rompió con Disney y se entregó a un proceso que llamó de “madurez”, traicionando los principios que siempre le habían sostenido. A los Mass Media le encantó la idea; a sus padres, no… pero ya era tarde. Dos semanas después de este anuncio, mostró al público su nueva imagen hipersexualizada en el primer videoclip de Can’t be tamed (“no puedo ser domada”).
Ante esta evidencia, Billy Ray Cirus no pudo defender ya a su hija, como lo había hecho en el pasado: «Estoy asustado por ella, tiene mucha gente a su alrededor que la está poniendo en peligro. Quiero que se refugie de la tormenta. Ese maldito show destruyó a mi familia. Odio decirlo, pero lo borraría todo en un seguro si pudiera. Para que mi familia estuviera aquí y para que todos estuvieran bien, felices y normales».
Otros chicos Disney
Pero Miley no es un caso aislado en la industria del espectáculo. Si se analiza sólo la casa Disney, se pueden encontrar numerosos ejemplos de cómo las estrellas que han empezado su carrera a corta edad han terminado con problemas. Basten algunos ejemplos:
1. Britney Spears, la sobreprotegida:
A sus ocho años, Britney viajó con su madre para la audición del renacimiento del Mickey Mouse Club. Eran los inicios de los años 90. Aunque fue rechazad por su corta edad, la presentaron a la caza-talentos Nancy Carson, quien quedó impresionada por Britney y la introdujo a un colegio de arte profesional. Por fin, y tras obtener antes un papel en el musical de Broadway Ruthless!, en diciembre de 1992 fue admitida en Disney.
Su primer éxito discográfico, ...Baby One More Time, supuso en 199 la subida al estrellato. Durante estos primeros años se propuso permanecer fiel al estilo que sus fans le pedían; incluso prometió llegar virgen al matrimonio. Éste último llegó por fin el 3 de enero de 2004, cuando unió su vida a su amigo de toda la vida Jason Allen Alexander… 55 horas después, se anuló el compromiso, alegando que a Britney «le faltó comprensión de sus propias acciones hasta el punto de ser incapaz de aceptar un matrimonio» (Associated Press, 06-01-2004). En julio de ese mismo año, se casó con el bailarín Kevin Federline, al que había conocido tres meses antes. Por esas fechas comenzó a estudiar la Cábala judía.
La atmósfera comenzó a enrarecerse. Ya en el 2003 había hecho hablar su beso con Madonna en la gala de los premios Mtv de 2003. Ahora, en el 2005, y estando embarazada de su segundo hijo, posó desnuda en la portada de Harper's Bazaar. El 16 de febrero de 2007, y tras un segundo divorcio acaecido en el 2006, Britney ingresó y salió el mismo día de un centro de rehabilitación por drogas. La noche siguiente se rapó la cabeza en una peluquería. Por fin, aceptó ser tratada en uno de los centros de Promises. Tras un mes de tratamientos, escribió en su página web: «Toqué realmente fondo. Hasta ahora nunca creí que hubiese una depresión o adicción al alcohol […] Es como un niño malo que va corriendo con hiperactividad».
Tras su regreso a los escenarios, Britney, con su música cargada de erotismo y su vida personal aún sin resolverse del todo, sigue siendo pasto para muchas revistas del mundo del espectáculo. Un buen resumen de su vida puede ser justamente la canción Overprotected, de su tercer álbum. En la letra grita al mundo que ya no quiere ser tratada como la chica buena y sobreprotegida: quiere ser libre…
2. Justin Timberlake, el Don Juan:
Con una vivencia de la niñez algo complicada (sus padres se divorciaron en 1985 cuando él tenía cuatro años) Justin se unió al Mickey Mouse Club en 1993. Dos años después, tras el cierre del programa, Timberlake se unió a JC Chasez que, junto con otros jóvenes, formaron un grupo de música que, más adelante, se convirtió en ‘NSync.
Si bien su vida personal ha estado exenta de graves escándalos, es bien conocido en el mundo del espectáculo como un Don Juan. Soltero el día de hoy (cortó con la actriz Jessica Beil el mes de marzo de este año) ha tenido relación con Britney Spears, Stacy Ferguson, Jenna Dewan, Alyssa Milano y Cameron Diaz. Su música, muchas veces cargada de contenido erótico y sensual, refleja esta superficialidad en las relaciones sentimentales.
Hoy Timberlake está pasando por un período de éxito profesional, más por sus actuaciones en películas como La red social que como cantante.
c. Christina Aguilera, la Diva:
Con el divorcio de sus padres cuando Christina tenía siete años como telón de fondo, Christina se unió a Disney en 1991, cuando contaba con once años. Sus compañeros le llamaban “La Diva”, debido a su actuación y al estilo de su voz.
Tras la disolución del programa, buscó por varios medios meterse en el mundo de la música. Fue elegida por la misma Disney para cantar el tema de su película Mulan y por fin, en 1999 sacó su primer disco, que tuvo un éxito mundial.
Tres años después, en 2002, dio el cambio con su disco Stripped. Aunque bien acogido por el público, ya se empezó a entrever su imagen cada vez más sexualmente provocativa. De hecho, la mayor parte de las portadas de revistas en donde se hacía promoción de su disco aparecía desnuda o semidesnuda, como la famosa portada para Rolling Stone. En esta época empezó también a tatuarse en la espalda y a ponerse distintos piercings.
Su vida privada ha sido siempre punto de mira en el mundo de la farándula. Dada fuertemente a la bebida, han sido célebres sus peleas con compañeros de trabajo, como la que protagonizó con Julianne Hough en enero de este 2011. En 2005 se casó con el productor musical Jordan Bratman, de quien se separó cinco años después de su matrimonio, teniendo un hijo en común. Comenzó entonces una relación con el músico Matt Rutler, con quien le encarcelaron por posesión de drogas, encontrándose ella, en ese momento, según las declaraciones de la policía, «incapaz de cuidarse por sí misma. No podía realmente entender quién era; ni siquiera sabía dónde vivía» (TIME magazine. 2011-03-01).
No sólo de Disney vive el cine…
Si se amplía más la mirada, uno puede darse cuenta que, parafraseando el dicho, no sólo en Disney se cuecen habas.
La sere de televisión Full House hizo populares, a finales de los años ochenta e inicios de los noventas, a las gemelas Mary-Kate y Ashley Olsen y a Jodie Sweetin. Las hermanas Olsen eran todavía muy niñas por lo que los productores del programa decidieron que las dos actuaran el mismo personaje en la serie y turnándose. De esta manera, cumplían las exigentes normas sobre el trabajo infantil. Con el paso de los años, cosecharon éxitos en televisión y cine, unido a problemas con la anorexia y con las drogas, para lo cual tuvieron que hacer una dura rehabilitación. Jodie Sweetin, por su parte, no tuvo tanto éxito en el cine como las hermanas pero su vida privada estuvo cargada de problemas: divorciada dos veces y esperando un segundo hijo de su actual novio (con sólo 29 años) Swetin empezó a tomar drogas en la preparatoria «porque se aburría». De ahí se creó una fuerte adicción, incluyendo también el alcohol, de la que ha ya salido, contando en un libro sus experiencias.
Otro programa de televisión popular en los ochentas fue Diff'rent Strokes (que en muchos países se tradujo como “Blanco y Negro”). Sus protagonistas, dos hermanos de raza negra (interpretados por Todd Bridges y Gary Coleman) eran adoptados por una familia blanca (en donde Dana Plato realiza el papel de la hija). De estos tres personajes, Bridges tuvo varios problemas legales y adicción a la cocaína. Coleman fue internacionalmente conocido por haber denunciado a sus padres por falta de cuidado en su herencia, acabando en la bancarrota hasta su muerte en mayo del 2010. Dana Plato, por su parte, posó para Playboy y protagonizó diversas películas pornográficas. Fue arrestada en varias ocasiones por robo a mano armada y falsificación de documentos. Murió en mayo de 1999 por una sobredosis, presuntamente considerado un suicidio.
El ejemplo de Maculay Culkin es muy conocido. Célebre por su interpretación en Home Alone, Culkin fue muy popular en los años noventas. Había nacido en 1980 y tuvo su primer papel, muy secundario, a los cinco años. En 1989 actuó con John Candy en Uncle Buck y llamó la atención de muchos, confirmándose con el éxito de Home Alone 1 y 2. En 1998, Culkin se casó con Rachel Miner (ambos con 18 años) de la que se divorció dos años después. El 17 de septiembre del 2004 fue arrestado en Oklahoma City por posesión de 17,3 gramos de marihuana, entre otras sustancias. Su carrera cinematográfica se ha limitado a películas de segunda categoría.
Otro caso, también bastante sonado, fue el de Drew Barrymore. La conocida actriz de Hollywood se lanzó al estrellato de la mano de su padrino Steven Spielberg en la película ET: el extraterrestre, en donde representó a la hija pequeña de la familia. Tras el éxito de su interpretación en la película y recibir una nominación al Golden Globe por su papel en Irreconcilable Differences, Barrymore se precipitó en una vivencia muy turbulenta de su niñez: comenzó a fumar a los nueve años, a beber alcohol a los once, a fumar marihuana a los doce y a consumir cocaína a los trece. A los catorce intentó suicidarse y sólo pudo salir después de una rehabilitación de tres intensos meses. Más adelante, en su adolescencia, posó desnuda en varias revistas, incluyendo Interview y Playboy. Tras la publicación de ésta última, Spielberg le regaló para su cumpleaños número veinte una sobrecama con una nota que decía: «¡Cúbrete!». Dentro, estaban sus fotos, pero retocadas por el equipo de arte del director y en donde aparecía totalmente vestida. Ha pasado por tres matrimonios y numerosas relaciones, incluyendo, si se hacen caso a los rumores como los de Jane Pratt, con personas de su mismo sexo.
Fuera del ámbito anglosajón, se puede comentar el caso de María Valverde, la actriz madrileña ganadora de un premio Goya por su interpretación, a los quince años, en la película La flaqueza del bolchevique. En el 2005, año en que cumplía los 18 años, María fue invitada a interpretar a Melissa P. en la película del mismo nombre. Debido a su alto contenido erótico, a la joven al principio le costó rodar las escenas. Así lo refiere en una entrevista al diario Il Corriere della Sera: «Eran escenas fingidas, pero me sentía extraña y al inicio tenía miedo de rodarlas». ¿Qué le convenció finalmente? La presencia de Francesca Neri: «La presencia de Francesca, una mujer productora, fue muy importante; un gran apoyo». ¿Y los padres? Ciertamente, eran contrarios a la película, pero, en palabras de la misma María, según aparecen en la página italiana Rotta a Sud Ovest, «estaban preocupados, pero nunca me han dicho qué debo o no debo hacer. Siempre han estado de mi parte, que es algo muy importante para mí». Palabras muy parecidas a las de Billy Ray Cirus…
¿Solución?
Después de repasar la vida de estos artistas, más de uno habrá ya visto el común denominador: una niñez caracterizada (en su gran mayoría) por padres divorciados o separados; la falta de una autoridad llena de amor en la adolescencia; la presencia absorbente y dominadora del mundo del espectáculo, protagonizada especialmente por los productores del cine; y una falta de hábitos de formación humana y espiritual como consecuencia de todo esto. ¿Existe una solución? No hay una fórmula mágica, desde luego. Y menos en un ambiente como el de Hollywood. No obstante, no estaría de más invitar a los padres a ver la película Bolt que, paradójicamente, es de Disney y está protagonizada por Miley Cirus. En ella puede verse la vida de una niña artista cuyo representante le teje su día a día, con la madre incapaz de cuidar de ella y haciéndole de sombra. Sólo hasta el final y ante la posibilidad de la muerte de la niña, la madre tomó cartas en el asunto con un sonoro puñetazo al productor. Si no es una solución definitiva, por lo menos es un buen comienzo para ello.
Ah, y claro, también tenemos que rezar por ellos. Viven en un mundo muy difícil y, más que acusarlos o regodearnos en sus caídas, deben ser muestra de nuestra compasión. Por eso, este video que ahora les comparto quiere ser el mejor broche para este artículo:
Estimado Juan Antonio,
ResponderEliminarPermite que este ateo, pero con cierta experiencia en estos mercados, te cuente algo.
Es una cuestión de mercado. Casi nada de lo que ves de esta gente es "la persona real" que hay detrás. Son creaciones, desarrolladas por especialistas en mercadotécnia, demoscopia y sociología comercial. Se trata de vender, a gran escala, en todo el planeta, a todas las culturas.
Ni es real el actor juvenil "subsexualizado" (¡como si a un adolescente no se le salieran las hormonas por las orejas!) ni tampoco es -generalmente- real el actor adulto "hipersexualizado" (a menudo, la gente es más tranquilita y cortadita que todo eso).
Ambos son creaciones para mercados distintos. En el primer caso, para el "mercado de los papás" (que son los que pagan la factura y suelen ser reacios a que sus críos reciban mensajes sexuales explícitos). En el segundo caso, para el mercado generalista adulto, donde el sexo vende y mucho. Por decirlo de alguna manera, en ambos casos estamos ante un "Photoshop" de la persona real que hay detrás, pero no sólo en la imagen física, sino en todo.
Cuando, por simples razones de edad, un actor infantil-juvenil necesita pasar a ser actor adulto (quien dice actor, dice cantante, modelo, etc.) hay que "re-photoshopear el personaje". El cristianito bíblico con anillo de castidad que tranquilizaba a los papás ya no vende y debe transformarse en otra cosa para atraer a esos mismos papás (o a sus antiguos seguidores, que ya han crecido), si quiere seguir triunfando.
Entonces, para el sector más jovencito, se crea otro personaje nuevo y así sucesivamente.
Te puedo decir que yo mismo he "cocinado escándalos" que luego se distribuyen a los medios de comunicación con embargo de fecha, de secuencia, etc. Es todo un paripé. Pero todo el mundo juega al juego, porque se gana muchísimo dinero.
Poco de lo que ves de estas personas es real. Ni son santitos con 15 años, ni degenerados con 25. La persona real, con sus más y sus menos como todo el mundo, es "photoshopeada" de una manera u otra según el mercado al que se dirijan.
Luego ya vienen los problemas particulares. Si una persona se alcoholiza o se hace toxicómana, pues va a tener toda una serie de problemas y comportamientos, más visibles por ser quien es, más espectaculares por el dinero que se mueve (no es lo mismo correrse una juerga en tu barrio con 50 euros que en seis ciudades globales con una Visa Centurión y un jet privado, cosa que yo he visto en persona), pero en el fondo muy parecidos a cualquier hijo de vecino en la misma situación.
Y una observación personal, nada científica, pero que me inquieta: A menudo, los peor parados son aquellos en los que la persona real está más cerca del personaje público, "los más auténticos". Se me ocurre el caso de genios como Amy Winehouse (su estilo gustaría o no, pero una voz asombrosa), Janis Joplin o Jimi Hendrix, que "eran realmente ellos mismos" en gran medida y acabaron muy mal, muy pronto. La razón exacta se me escapa.
Recibe un cordial saludo,
Otro Antonio.