Toda vida
consiste en recorrer un camino. La diferencia radica en la actitud con que cada
uno decide andarlo, paso a paso. «Se hace camino al andar», que decía el poeta.
Y en esta vía no existen diferencias de sexo, edad o condición social. Todos nacemos y crecemos con la ilusión –y
la obligación– de llegar al destino final: el encuentro definitivo con Dios.
A aquellos que logran este cometido, los llamamos santos.
Antonietta Meo, una niña italiana, «recorrió velozmente la autopista que lleva a Jesús», como afirmó
de ella el Papa Benedicto XVI. «Nennolina
– dijo el Pontífice – alcanzó la cumbre de la perfección cristiana que todos
estamos llamados a escalar».
¿Quién fue esta
niña santa? Nació el 15 de diciembre de
1930, en el seno de una familia piadosa, en donde, entre otras cosas,
recitaban a diario el rosario. Pero no por eso debemos tachar a Nennolina de
“beatilla”. Todo lo contrario. Era
sumamente avispada y le gustaba muchísimo cantar. La sonrisa no se le
separaba de los labios.
Un buen día, se
cayó y se golpeó la rodilla. Al principio no parecía gran qué. Pero cuando el
dolor no desaparecía, los médicos temieron por la niña. Tras unos análisis,
dejaron caer la lúgubre sentencia: «Osteosarcoma»,
es decir, cáncer de huesos.
El mundo se
derrumbó encima de la familia… pero no encima de Nennolina, que seguía con la
misma vivacidad y entusiasmo de siempre. Aun cuando tuvo que llevar una
prótesis ortopédica; aun cuando le amputaron la pierna. Su cándida sonrisa era el bálsamo para todas las heridas.
Fue a partir de
entonces que comenzó a poner, todas las
tardes, una cartita a los pies del crucifijo, primero dictada a su madre, y
luego redactada de su puño y letra. Esas sencillas cartas constituyen su «Diario»,
que admiran por su increíble profundidad espiritual, como revela esta carta
dirigida a Cristo en la Cruz:
«Querido Jesús, yo te amo mucho, me quiero abandonar a tus
manos [...] me quiero abandonar a tus brazos, y haz de mí lo que tú quieras»; «tú ayúdame con tu gracia, ayúdame
tú, que sin tu gracia no puedo hacer
nada».
También
emociona su trato delicado a María, como cuando iba a verla en silla de ruedas
y le decía oraciones como ésta, recitada el día de la Inmaculada de 1936:
«¡Estoy contenta porque hoy es tu fiesta, querida Virgencita! [...] Otra vez
que sea tu fiesta y la de Jesús haré pequeños sacrificios, y di a Jesús que me haga morir ¡antes que cometer
un pecado mortal!».
Foto de uno de sus escritos |
Murió a los seis años y medio, tras cargar
heroicamente con grandes sufrimientos, pero con esa sonrisa que llenó su vida. Ha sido nombrada venerable, paso previo para una posible beatificación en el futuro
Qué razón tiene
el Papa Benedicto cuando decía, comentando la vida de Antonietta, que «su existencia, tan sencilla y al mismo
tiempo tan importante, demuestra que la santidad es para todas las edades:
para los niños y los jóvenes, para los adultos y los ancianos».
Así es, no
importa la edad. Ser santo, al estilo de
Nennolina, significa estar siempre sonriendo. ¡Qué distinto a lo que tantas
veces pensamos de la santidad! No es ya cumplir con unas obligaciones o
mandamientos. Ser santo significa amar a una Persona. Es tomar el coche de
nuestra vida y correr por la autopista de Dios, con él como guía del camino.
Se puede
visitar la página en italiano, para mayor información: http://www.nennolina.it
La vida puede ser divertida a veces, un minuto es hermoso y el siguiente minuto es completamente diferente. Mi esposo y yo vivimos una vida muy hermosa ante el caos inesperado, una vida sin imperfecciones ni desconfianzas, hasta que no tuvimos problemas con el sustento de nuestros hijos, dejó de pagar y encontró una aventura fuera de coquetear con su codiciado hogar conyugal. todo lo que sufrí. y por lo que trabajé en un placer innecesario, sentí este vacío en mí, no tenía idea de cómo ayudarme a unirme con él porque no volvía a casa, se quedaba hasta tarde, bebía, fumaba, hacía todo tipo de cosas que nunca hizo. Pero gracias al hombre que trajo alegría con estabilidad a mi hogar, el Dr. Egwali, un hombre de buenas obras, es tan real y complaciente porque lo he intentado y he tenido confianza. Habla con él sobre lo que te preocupa y te alegrarás de haberlo hecho. WhatsApp o Viber +2348122948392 o por correo electrónico dregwalispellbinder@gmail.com
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