
No obstante, algo
en el corazón de Renee le decía que no todo finalizaba ahí. Por eso decidió viajar por todo el país dando
conferencias a jóvenes y adolescentes sobre el peligro de conducir bajo los
efectos del alcohol. Charlas que daban sus frutos y le traían algo de satisfacción…
aunque cada noche volvía a sentir en su
interior ese desasosiego de que algo faltaba.