Saltaron a la luz unas declaraciones que uno de los actores favoritos del momento, Russell Crowe, lanzó en su perfil de Twitter. Debatiendo un argumento contra la circuncisión, comentó lo siguiente: «La circunsición es barbárica y estúpida. ¿Quién eres tú para corregir la naturaleza humana? ¿De verdad Dios necesita la donación de un pedazo de piel? Los bebés son perfectos». Y continuaba: «Siempre lucharé por la perfección de los bebés. Siempre creeré en Dios, no en la interpretación del hombre sobre lo que Dios desea».
Obviamente, no son éstas las palabras que han causado malestar en sí. Muchos incluso pueden decir que comparten esta opinión. Pero, justo después, Crowe comentaba en una respuesta a otra persona: «El aborto debe siempre ser una decisión de la mujer, no hay un beneficio en una maternidad “forzada”… ¿no crees? Por eso no me gusta. Adiós».
¿Se ve la contradicción? Remover un pedazo de piel es “barbárico y estúpido”, pero matar un ser inocente no lo es. ¿En dónde estudió lógica el buen Russell? ¿Qué argumentos faltan en su silogismo?